Sueños e Inocencia

jueves, 12 de noviembre de 2009

Negrita tiene uniforme...



Negrita concurría fielmente al Hangar todos los días. Incluyendo los sábados!!!
Es que en esos años no existía el sábado inglés. A menos que fuese una fecha patria:
¿ El sábado? ¡ a Trabajar!...
Traten de imaginarse a negrita ...
Con el correr de los días su aspecto no iba mejorando...
Más bien iba haciéndose cada vez más rechazable para los ojos perfeccionistas de la mayor y su madre.
Al rostro raspado por el aserrín, tras el tratamiento de belleza que ella se auto infringió.
La falta de cejas y pestañas, que ella solita se rasuró buscando el blanqueado de su rostro.
La presencia de sus "motas", que logró su madre tras enviarla a hacerse la permanente...
Ahora agregado a su cara: las manchas de grasa y sus rodillas y piernas lastimadas y quemadas por la nafta. Porque uno de los trabajos principales que realizaba ella era: lavar concienzudamente las piezas que le alcanzaba su padre y eso lo realizaba dentro de la lata de dulce de batata conteniendo dos o tres deditos de nafta... y eso lo hacía de rodillas!!!...
- "¡Hay que tomar una determinación con esta chica... !!!" - dijo mamita.
- "No se, decidí vos "... - dijo el padre
- "Vamos a hacerle un mameluco, o una overoll...!!!" - decidió la madre.
- "¡ Bien decidido!" ... - dijo el padre.
Así fue que la madre, esa misma tarde, tomó a negrita con una mano, el monedero con la otra y...
Cruzó Alvarez Thomas, luego dobló como para ir a la peluquería ... saz! dijo negrita - otra vez no!
¡Pero no! Estaban yendo por la vereda de enfrente...
"¡Entraron al negocio de ese señor judío que era sastre y hacía pantalones de trabajo para los señores!" todo así, sin respirar, lo dijo negrita para sus adentros.
El señor, muy canoso, con una cinta de medir como la de su mamá colgada del cuello, y con lentes muyyy gruesos, sobre una nariz muyyy larga les salió al encuentro.
La niña detrás de esos lentes descubrió los ojos del señor.
Y ellos eran dulces, muy dulces, y risueños, muy risueños. Lo que también notó negrita fue algo, que en ese momento no pudo definir. Esto último era muy difícil que le ocurriese, pero fue así, en ese momento no podía definir qué era "ese algo más" que le agradaba tanto en ese señor y su mirada.
-"¡Bueno!!! ¿Señora ??? ¿En qué puedo servirle ???" - Preguntó el señor, muy atentamente como se acostumbraba por los años 47.
-"Mire, y no se si usted querrá, yo no se si usted podrá... lo que quiero es hacerle un mameluco o un overol a esta nena, mi hija." (buena aclaración, pensó negrita, que ya se estaba divirtiendo, y mucho)
¡La cara de ese buen hombre !!! ¡No lo podía creer!!!
- "¿¡Para ella!!! - ¡Es tan pequeña!!!" - repetía una y otra vez el señor muy asombrado.
- "Bueno - dice mi madre - , sería una lástima porque mire! mire usted!!! cómo le están quedando sus piernas! Se propuso estar con el padre en el taller mecánico y ..." (hangar, repetía por lo bajo negrita, hangar... que es un hangar!!!) (No se porqué los mayores no saben hablar con propiedad! se decía la niña renegando con ello).
- "Veremos, veremos ... hummmm ...- dijo el señor ... y daba vueltas al rededor de la niña ...- veremos ..."
-" Veremos, veremos, hummm..."
-" Mire señora, puedo hacerle algo, pero bien de hombre, no se hacer ropa para mujer y menos para niñas..." - concluyó al final.
La mamá contenta, y como si se lo fuese a regalar, riendo repetía :
-" ¡No importa! No importa!"
- "Con tal de que le cubra las piernas y no se le caiga ... !!!"
En ese entonces, las mujeres no usaban pantalones ... ni las niñas ... ni en ese barrio ...
Mejor!!! dijo negrita ... ahora van a ver!!! mecánico de verdad voy a hacer, con pantalones y todo!
Y llegó el gran día, después de una prueba, donde la pasó de maravillas, negrita salió con el paquete en sus brazos, junto a su mamá muy seria y con la alegría de haber encontrado la palabra, que en su momento no halló, para calificar la otra cosa que tenía el señor en su mirada:
RESPETO!!!
Sí! Esa era la palabra que no podía hallar en la primera entrevista!!! Y le parecía hermosa ... siempre que le gustaba una palabra, se enamoraba de ella ...
Y decidió que la pondría junto a otra que había aprendido al escucharla en la boca de la señora de Don Orlando: CULTURA.
Sí! esas dos palabras eran bien nuevitas y le gustaban mucho
(Quién diría que 60 años más tarde, en el mismo país, iban a sonar tan extrañas y tan fuera de lugar en el ejercicio de una ciudadanía sin principios, y con olvidos casi absolutos, tanto del Respeto como de la Cultura).
Y ... tatán tatán... Llegó el gran momento ... ponerse su uniforme de mecánico y salir como torero al ruedo ...
Toda durita salió negrita, un poco trabada porque .. porqu'e? Pues la tela era muy dura y le raspaba las piernas y las "entre piernas" que era lo más doloroso...
- "Pero ... no importa nada de nada, nada de nadie ni de mi ..." - dijo negrita .
Y así fue.
Salió con su overol, con grandes bolsillos, con tachas de metal y se fue a pasear por la cuadra de la Avda. Alvarez tomas al 1600.
Había un grupo de niñas, que eran un tanto adelantadas para su época, pero nunca como negrita.
Las mismas la miraron y se les transformó el rostro.
Al día siguiente más de una estaba en lo del señor, el sastre de hombres, para hacerse pantalones.
Entre ellas estaba la menor de las de Orlando. Ja ja ja !
Vieron? Negrita impuso la moda en el barrio.
Y el señor de ojos respetuosos? ... pues tuvo muchísimo trabajo y amplió el ramo !...
Muy bien negrita!!! Ese es el camino....
Sigue ...
Sigue ...

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