- La historia comienza quí, cuando Negrita comienza a dar sus pasos hacia el altar.
- La historia que nunca pensó que iba a transitar. Tan compleja y llena de pruebas!
Por ello relato la siguiente historia a la que llamé Historia Verdadera. . . Aunque no es correlativa a los cuentos que vengo compartiendo con ustedes....
Pero algo ocurrió hoy y tengo necesidad de expresarme.
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Una historia verdadera
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Hace muchos años, como 36 años ya, había una familia de jóvenes que tenían un hijito al que querían mucho.
Estos jóvenes eran muy trabajadores, con muchos proyectos de vida, muy unidos a la vida familiar.
En esas demostraciones de afecto, la que más cariños prodigaba a la familia política era la joven.
Ella que siempre andaba mendigando afectos desde pequeña, se enamoró de su suegra y de sus cuñados y cuñadas… y siempre hacía y planeaba todo con ellos.
La vida fue pasando, todos en unidad…
Hasta que un adía algo cambió.
El esposo de la joven, a la que llamaremos Negrita, comenzó a volver a la casa en horas muy dispares, a volver con mal talante, y llegó a no ocultar las señales que traía en su cuerpo . Señales innegables de con quién había estado y en qué se había entretenido.
Cuando llegaron estos descubrimientos, la Negrita ya esperaba su segundo hijito, entonces calló.
Y allí comienza la verdadera historia.
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Ella se propuso levantar un muro para que nada ni nadie hiciera mal a sus pequeños, y su mundo hogareño era ella y sus dos hijos.
El marido fue respetado, atendido, pero nunca más compartieron la vida en común.
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“Me quedo en la casa y te respetaré, pero mientras no falte el dinero necesario y no haya maltrato con mis hijos” – Así fue la sentencia o el llamado acuerdo.
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Pasaban los años y cada vez la Otra se iba haciendo más fuerte y más presente.
A medida que ello ocurría la joven Negrita debía soportar más desprecios y malos tratos.
Para acortar la historia, obviaré detalles, porque es la conocida historia de millones de mujeres que un día por su culpa, o por culpa ajena, o por culpa compartida, deben afrontar la infidelidad .
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Pero cuando la infidelidad es algo que persiste en los años, eso ya es doble vida. Verdad?
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Esa, la Otra, no se conformó con desplazar al hombre de su hogar, sino que intentó que los hijos despreciaran a la madre, trató de llevarlos a cuanto brujo conocía. Pero ellos, pequeños aún, conocedores de lo bueno y de lo malo en el área espiritual, se revelaron.
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Y perdió esa partida… aunque luego vinieron otras envestidas.
Comenzó a enloquecer de tal manera a su amante que éste llegó a levantarle la mano a los de su hogar…. Y allí Negrita resolvió que el basta era definitivo….
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Pasaron unas historias más entre el principio y el fin…
Pero esa mujer no se quedó quieta, después de haber logrado que el hogar de Negrita se desintegre.
¡ No señor!
Ella comenzó a trabajar con todos los datos conseguidos de la agenda de su amante y allí comenzó la tarea más ruin que pudo hacer esta mujer.
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Comenzó a llamar a todos los familiares a distintas horas y en lugares diferentes… y los amenazaba con voz rara. Pero en las amenazas siempre dejaba “escapar” algún dato como para que piensen que quien los llamaba era la Negrita.
Así desarmó toda la familia…
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Pero la raíz de la familia no logró desarmarla, porque cuando le llenaba la cabeza a su amante en contra de su madre y la hermana soltera, para que no le llevara los niños…. Negrita se tomaba un taxi y les llevaba a sus hijos y les decía así:
-"¡Nunca, nunca, permitiré que separen a mis hijos de su familia y menos de su abuelita y su tía.!" Y cumplió su palabra.
Porque Negrita quería tanto a su suegra! Más que a su madre.
Tanto la amaba que cuando estaba muriendo y a escondidas del resto de la familia (que había caído en la emboscada mentirosa, y le tenían miedo y desprecio)… fue junto a su lecho y mientras agonizaba su amada Cata, le oró y la ungió con aceite sagrado…
Siempre en todos los momentos de su vida la sintió junto a ella, la recordó, recordó su vida de niña , recordaba sus historias de esa vida entre italianos inmigrantes… hasta en el jardín le puso nombre a unas flores porque florecen para cuando ella cumpliría años.
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Y qué decir de sus hermanos…
-A la hermana mayor, la que quedó soltera, ella siempre fomentó que sus hijos estuvieran cerca de ella y que la hicieran sentir como una segunda madre.
-Y el hermano mayor , que fue al que más enredó esta mujer con sus mentiras… Fue tanto el daño que le causó a él y a su familia, que ellos no quería ni oír el nombre de Negrita.
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Negrita con el tiempo fue reconquistando los afectos de todos, y ellos reconocieron que nunca ella hubiese sido capaz de semejante maldad.
Pero el hermano, tal vez el más querido por ella, nunca perdonó lo que creyó que Negrita había cometido…
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Pasaron muchos años.
Pasaron muchas cosas.
Y el ex.esposo de Negrita, ya enfermo, cuando estaba solo en la casa, porque la concubina se había retirado, él marcaba el número de la casa en donde sabía que estaba Negrita siempre cuidando a sus hijos.
* Y así conversaban:
-“Siempre ahí!” le dijo un día poco antes de ponerse grave.
-“Sí… aquí con los chicos que ya son dos hombres!”
-“Hombres? Lo dudo aún te necesitan, yo no puedo hacer nada, me estoy muriendo ¡”.
- “Vamos, no digas cosas tristes… ellos están grandes y nosotros viejos… pero así es la vida … todo es obligaciones de crianza y lo demás es vanidad!”
- “Tienes razón……(silencio) …. Qué mal que hice las cosas verdad? … ahora ni hablar puedo ….
- “No hables… te cuento algo antes de que cortes…..(y una vez más buscaba algo gracioso para relatarle sobre los hijos, o sobre el perro, o sobre algunas de las mascotas de la casa…. Hasta que él reía…. Y sin más cortaba)”
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- Así fue pasando el tiempo hasta que falleció…
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Y esperando, esperando, como dice Dios en su libro:
Negrita “Se sentó en la puerta de la casa para ver pasar el cadáver de su enemigo” Claro que en sentido figurado…
Esa mujer. Se encontró con la sorpresa de que de los bienes nada le quedó. Todo estaba a nombre de él para sus hijos.
Que nadie le iba a discutir que cobrara la pensión, si es que se la otorgaban.
Pero que Dios en su justicia, comenzó a sacar las vendas de los ojos de todos, y todos comenzaron a verle como era.
Semejante arpía, que como la madrastra de Cenicienta, se quedó sin nada… sin afectos, despreciada y encima el que tanto creyó el cuento, el hermano mayor:
*** Hoy ha dicho” Al fin creo que fue ella la que llamaba por teléfono”…..
Gracias Dios!
Porque nada dejas en lo oculto!
Porque tu justicia, amor, piedad y misericordia nunca llega tarde!
Bendito seas!
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Asi seguirá esperando Negrita que la vida ordene las cosas.
De a poco, cada uno va mostrando lo que es y lo que ha hecho.
Y tal vez algún día el resto de la familia comprenderá que aguardando en silencio Negrita siempre les siguió queriendo.
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